miércoles, 15 de agosto de 2012

¿De qué clase soy?

Escrito por Yolanda Chávez, familiar de víctima de abuso policial

Soy de la clase que vive y lucha, anhelo el momento en que nos encontremos todos viviendo la vida feliz. Mi más grande deseo es reunirnos en grupos de celebración y trabajo, sin tapujos, sin recelos ni rencores.
El día en que podamos compartir las manifestaciones que conforman la existencia: estudio, trabajo, ventas, compras, cosas grandes, cosas pequeñas. Que la autoridad venga de donde venga no se imponga por la fuerza bruta, sino que haya un consenso entre dirigente y dirigido.
Que el ladrón por su reinvindicación y reinserción en la sociedad, por su educación y preparación, se desenvuelva en el grupo social compartiendo, laborando y buscando su progreso y el de los suyos.
Que nuestros dirigentes y políticos piensen en gobernar para todos y no para un grupo, que hagan que nos veamos y sintamos como hermanos, y no como enemigos.
Soy miembro activo de esta clase que aspira a una sociedad justa, donde no exista la impunidad, donde haya igualdad de oportunidades en lo social, en lo económico, en lo político y en lo religioso.
Soy de la clase más valiosa de este país, que quiere ver a sus hijos crecer y desarrollarse, que no tengan que madrugar y hacer cola para obtener un documento o información, que los dificulten los trámites para casarse o para morirse. En la clase donde me ubico no necesito andar sorteando calles para transitar porque los buhoneros no me dejan pasar, pues estos ya no existirían porque tendrían un buen trabajo y un sistema de vida mejor.
¿Cuál es tu aspiración para Venezuela? Compártelo con nosotros.

viernes, 20 de julio de 2012

Carta de Dorys Acosta.

Compartimos esta nueva entrada, de una carta escrita por Dorys Rodríguez, familiar de víctima de abuso policial acompañada por la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz.

A mi rey querido:

¡Ay, mi rey! ¡Qué faltas nos haces a tu mamá, papi, abuela, hermana,  tíos y la comunidad en general!

Tú partiste al cielo, estás con Dios, pero con nosotros sigues estando materialmente. No te olvidaremos jamás.

Yo te espero todos los días con tu comida servida, como siempre llegabas apurado al baño, comer, bañarte y ponerte a oír tu música.

Yo digo siempre que estás de viaje, pero al final no llegas porque estás en un viaje sin retorno.

Pero yo le pido todos los días a mi Dios que se haga justicia. Sabemos que no te vamos a recuperar, pero que no siga pasando esto en la comunidad y en el resto del país.

Hasta siempre mi rey. Dios te bendiga: Tu mami, Dorys.

¿Hay otras formas de justicia, además de la legal? ¿Cómo se puede reparar la muerte de un hijo por causa de abuso policial o militar?... Esperamos tus comentarios para enriquecer nuestro escrito.

martes, 19 de junio de 2012

Desde la Resistencia y la Esperanza.

“Días feriados, recuerdo haber llegado a un acuerdo colectivo con mi equipo de trabajo para que entre tantas tareas sociales que teníamos por hacer, nos tomáramos unas merecidas vacaciones aprovechando la Semana Santa.

Y así lo asumimos todos, claro, ninguno tenía dinero en su cuenta como para costearse el lujo que hoy en día es vacacionar en nuestro país. Mi prioridad no era  viajar a Cubiro o a la Cascada de El Vino en el Parque Nacional “Dinira”, mi prioridad ese día era llevar a mi hijita Madeleinsg por lo menos al Zoológico y compartir con  mi esposa Maira un día en familia.

El sábado 15 de abril del 2006, era Semana Santa en nuestro pueblo, salí de mi casa bien temprano a “taxiar” para obtener algo de dinero, rutina que hoy en día vive cualquier venezolano que tenga un carrito y necesite algún ingreso adicional, incluso los que trabajamos para las instituciones del gobierno, como yo.

A eso de las diez de la mañana logré hacer mi primera carrerita a dos hombres que me solicitaron los llevara a la plaza Los Rastrojos en Cabudare, ¡a la orden caballeros! Ése fue mi saludo. Pero a pocos minutos resulta ser que me apuntan con una pistola y me obligan a estacionar, y a punta de amenazas de dispararme, me mandan a bajar del carro a que recoja un maletín que iban a dejar tirado en una esquina del puente Los Rastrojos. Yo, bajo amenaza de muerte colaboro involuntariamente con los que ahora se convertían en mis secuestradores y recojo el maletín desconociendo su contenido. Vuelvo a subir al carro, me tiran en la parte trasera y arrancan. Minutos mas tarde comienza una persecución de un vehículo particular, repentinamente comienzan a disparar contra mi vehículo conducido por los delincuentes. Allí recibí un disparo rasante en la cabeza que me dejó aturdido, de pronto, los delincuentes chocaron el carro contra un barranco y huyeron de los otros que venían disparando desde el otro carro. Yo sin saber qué hacer, asustado, corrí pero en sentido contrario a los delincuentes hasta que me desmayé en un montarrascal debido a la pérdida de sangre por la herida del disparo. No sabía de quiénes me escondía, tampoco quiénes eran los otros que también disparaban sin cesar contra mi carro. Desorientado y confundido, logré llegar a casa de un amigo, le conté mi tragedia y él me sorprendió diciéndome que la PTJ me andaba buscando porque mi vehículo estaba involucrado en un secuestro y por ende yo también.

lunes, 4 de junio de 2012

En el mes de la solidaridad.

En junio, conmemoramos el mes de la solidaridad con las víctimas de tortura. Por ello, compartimos este texto escrito por Joham Castillo, víctima de tortura, acompañada por la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz.

Recuerdos oscuros
Llega la noche
llegan los recuerdostodo está oscuro y frío
llegan los verdugos
vestidos de hombres
escucho sus voces
al oído
pidiendo algo que no tengo
mentando a mi madre de mala manera.
Logro ver sus rostros grises
llenos de odio y crueldad
la asfixia es insoportable,
el olor a insecticida aún se siente
tengo mucho frío en las manos
aunque ya casi no las siento
parece que se desprenden
solo las sostienen las esposas
exageradamente apretadas.
Me persigue la intimidación
ya no puedo dormir
la tortura aún está presente.

Tomado de: En Resistencia. Misivas necesarias, 2007.

¿Crees que es necesaria en Venezuela una ley que prevenga y sancione la tortura?
                

martes, 29 de mayo de 2012

Dos fechas, una vida

Para mi hijo amado, Yosmar Alexander Aldana Bastidas.

Un dieciocho te fusite sin adiós, sin despedida
Te asesinaron vilmente; tu grito se escucha siempre.
Te cortaron como una flor, en el barrio, en el pueblo.
Tu grito se escucha siempre, en la lucha de los sueños.
Un treinta y uno naciste, con amor, con alegría.
Un dieciocho te fuiste, sin regresar a mi vida.
Me dejaste dos amores y son mi mayor alegría.
Pero no me callarán, para luchar por la vida.
Me dejaste sola y triste, sin adiós ni despedida.
Pero no me callarán, para luchar por la vida.

No caíste en la avaricia, ni tampoco en la maldad.
Porque luchábamos juntos, por nuestra comunidad
Comunidad olvidada por el ente municipal, pero se logró tu sueño, el Consejo Comunal.
No sólo tu nombre lleve el Consejo Comunal, sino que luchábamos juntos por justicia, amor y paz.
Por ver la muerte de otro y ser testiga ejemplar
Tus sueños fueron truncados, pero no me callarán.
Justicia es lo que pido, por toda la humanidad.
Y luchar, luchar, luchar, para conseguir la paz.

Escrito por Sonia Bastidas, familiar de víctima de abuso policial, acompañada por la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz.

¿Qué opinión te merece este poema? ¿Qué mensaje te deja? ¿Es una opción para ti seguir luchando o abandonar la lucha?

jueves, 17 de mayo de 2012

¿Has pensado en quiénes son los "nadie"?

Los nadie somos nosotros, los que día a día hacemos milagros con lo que ganamos.

Los que soñamos con justicia, pero que la debemos buscar porque no nos va a caer del cielo.

La buena suerte la hacemos nosotras mismas, luchando, haciéndonos sentir alzando nuestras voces con fuerza.

Si los funcionarios no funcionan, haremos que funcionen presionándolos.

Los jueces condenan a las víctimas; haremos que condenen al victimario.

Los nadie tenemos que seguir insistiendo porque el que persevera vence.

Escrito por Celina Azuaje, familiar de víctima de abuso policial, acompañada por la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz.

¿Quiénes son los "nadie" en Venezuela? ¿Por qué?

lunes, 7 de mayo de 2012

Cuento por la paz.

Esto no es un cuento común, es un pedido de paz, es una súplica de amor, es un deseo de evitar muerte de niñas, niños y personas. Es querer decirle a todos que necesitamos paz, que un poquito de tolerancia y respeto le harían bien a nuestro planeta, que hoy enferma de tristeza.

Yavanna Pacheco
2do grado A
Unidad Educativa San Vicente, El Paraíso (Escuela con enfoque de derechos humanos, formada por la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz).

 
¿Cuál es tu aporte para crear cultura de paz en nuestro país? Participa y envíanos tus comentarios.

miércoles, 25 de abril de 2012

¿Y tú defiendes la ecología?


Anggie Perozo, la autora de este cuento que les compartimos, es una niña de 4to. grado de la Escuela San Vicente, en Caracas. Esta institución fue formada por la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz, entre 2010 y 2011, en Derechos Humanos en la escuela. Como parte de los frutos de esa formación, nos presentan un libro realizado por los y las estudiantes de 4to. grado que se llama ¡Tengo derecho a un ambiente sano!, en el que las niñas y los niños presentan sus reflexiones sobre cómo debe ser la relación entre los seres vivos y el ambiente y afirman que ¡tú, yo, todos, debemos ser defensores de la ecología!

Mi diálogo con un samán

- Yo: ¡Hola, mi Samán! ¿Cómo amaneciste tú tan grandote y fuerte y yo aquí tan chiquita?
- Samán: ¡Jajaja! Mi niña, amaneciendo aquí, con este sol tan sabrosito que alimenta mis hojitas y por eso me ves tan fuerte y verdecito.
- Yo: ¿Sabes? Yo quisiera irme para la playa a disfrutar con mis amigos y darnos un gran chapuzón para aprovechar este sol tan bonito.
- Samán: Bueno, te digo que quisiera ser mágico para convertirme en un humano para ir contigo a ese paseo.
- Yo: ¡No, Samán! Tú y yo no tenemos magia, así que tenemos que ser realistas. Yo tengo que hacer tareas y tú no te puedes convertir en un humano.
- Samán: Pero, mi niña, no te pongas brava, ya con soñar hay magia y fantasía y con eso podemos traspasar barreras.
- Yo: Tienes razón, mi Samán. Hay que seguir soñando, pero ahora mueve tus ramas para que me caigan las gotas de agua que tienes en tus hojas.
- Samán: ¡Claro que sí, mi niña! Refrescaré tu rostro con el agua de mis hojas.
- Yo: ¡Gracias, mi Samán! Por ser tan generoso como es toda la naturaleza y por ser mi amigo.
- Samán: ¿Vendrás todas las mañanas? ¡Para charlar contigo! ¡Seré siempre tu amigo!
- Yo: Te cuidaré y protegeré como a mi vida, pero ya me voy y regreso mañana.
- Samán: Está bien, mi niña, nos veremos mañana y te contaré una historia.

¿Qué propondrías para tener una relación igualitaria con el ambiente y la tierra? ¿Cómo mantendrías el ambiente sano?

martes, 6 de marzo de 2012

¿Cómo convertir el dolor en vida significante?

Compartimos esta carta poética escrita por Raquel Aristimuño, una de nuestras familiares de víctimas, acompañada por la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz, en el marco de una experiencia andragógica realizada por familiares de víctimas de abuso policial con el acompañamiento de líderes y liderezas de las comunidades, miembros y miembras de la Red de Apoyo y poetas de latinoamérica.

Yo que hasta ayer estuve muda de la voz y la palabra, hoy estoy sorprendida y conmovida de cómo escribir ha ido descubriendo en mí otras emociones. Hoy con mi conciencia tranquila puedo y me atrevo hacer reclamos en papeles de colores, en sutiles lienzos sin forzar mi ronca oralidad.

Hoy siento que he  trascendido de la indiferencia al poema; y es que me mantuve adormecida, apartada y ausente de la prosa hasta que un día de primavera la violenta saga me llevó a asumir la escritura y me señaló y enseñó los poemas más sensibles, los más sentidos.

Ahora sé que el dolor y la pérdida ha sido mi musa inevitable, solo desde ese momento aprendí que de dolor también se escribe y puedo soñar utopías posibles.

Es paradójico pero quiero reconocerme y decirme que soy agradecida del dolor y los avatares superados, solo desde el dolor aprendí a vivir de otra manera la paz.

Gracias al dolor me he reconciliado con lo imposible.